Introducción:
Breve reseña histórica de la criminalística
Con el advenimiento de la Criminalística, en la provincia de Graz, Australia (Gratz),
en 1892, su creador el doctor Hanns Gross reunió y aportó conocimientos muy valiosos para ser aplicados principalmente en
Europa en la pesquisa criminal.
En aquella época, la Criminalística sólo era una disciplina con un conjunto de
técnicas y conocimientos aplicables principalmente en el lugar de los hechos sin ninguna sistematización clara, no muy comprobados
ni verificables y bastantes falibles, pero que eran útiles para la administración de la justicia. A partir del siglo XX, con
las aportaciones de los estudiosos que se interesaron profundamente en ella, ésta evolucionó y se ha venido conformando más
homogénea y científicamente, tanto que, en la actualidad, ha sido considerada dentro del marco de las ciencias penales por
el eminente jurista Luis Jiménez de Asúa. Por lo tanto la Criminalística es un auxiliar de las ciencias penales, es decir,
ayuda a la administración de justicia.
La definición más común entre la mayoría de los autores es la que concibe a la
Criminalística como "la disciplina auxiliar del Derecho Penal que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del
delito y del delincuente".
Definición actual de la criminalística
En las concepciones sobre la Criminalística existen algunos puntos de controversia.
Por una parte, las primeras definiciones, por ser antiguas, consideran a la Criminalística como auxiliar del derecho penal,
siendo que en la actualidad algunas ramas criminalísticas son utilizadas en el derecho en general; por otra parte, el doctor
Rafael Moreno González, tratando de ser muy explicito, presenta una definición -nos parece- larga y confusa.
Se considera que toda definición debe ser actual, clara, concreta y concisa, requisitos
fundamentales para que se entienda y pueda aplicarse en la práctica. Siguiendo esos criterios, puede definirse como: "Rama
de las ciencias forenses que utiliza todos sus conocimientos y métodos para coadyuvar de manera científica en la administración
de justicia".
Al incluir a la Criminalística en el grupo de las ciencias forenses, ésta adquiere
la calidad científica que se requiere -en el mundo de hoy- de toda investigación de un presunto hecho delictivo, ya que se
menciona que utilizará todos sus conocimientos y métodos, es decir, la aplicación de todas las experiencias aprendidas en
otras ciencias, así como los procedimientos que se siguen para hallar la verdad y enseñarla, coadyuvando con esto de manera
científica a la administración de justicia.
Ramas auxiliares de la criminalística
Criminalistica de Campo.
Criminalistica de Laboratorio.
Balística forense.
Documentoscopía.
Dactiloscopia.
Grafoscopia.
Explosivos e Incendios.
Fotografía Forense.
Hechos de
Transito Terrestre.
Toxicología Forense.
Hematologia.
Genética.
Serología Forense.
Medicina Forense o
Legal.
Retrato Hablado.
Antropología Forense.
Química Forense.
Criminalística de campo
La Criminalística de Campo es la disciplina que emplea diferentes métodos y técnicas
con el fin de observar, fijar, proteger y conservar el lugar de los hechos. También se encarga de la colección y embalaje
de los índicos relacionados con los hechos que se investiga, para posteriormente realizar un examen minucioso.
En México, el criminalista de campo, conjuntamente con otros expertos forenses
y la policía judicial, forma parte del equipo de trabajo que bajo las órdenes del Ministerio Publico inicia las primeras investigaciones
en la escena del crimen.
Dada la evolución científica de la investigación criminal, debe darse mayor
atención al lugar del hecho o del hallazgo para localizar, recuperar y documentar evidencias que, posteriormente, serán examinadas
por peritos en los laboratorios forenses, ya que la habilidad del laboratorista para proporcionar interpretaciones científicas
depende en gran medida de un trabajo eficiente del equipo investigador de campo, el cual tiene que estar bien adiestrado,
coordinado y debidamente provisto de los implementos y utensilios necesarios para una recolección adecuada de las evidencias.
Criminalística de laboratorio
Es la parte de la Criminalística que utiliza todos los métodos y técnicas de laboratorio
para el estudio, análisis e identificación de los indicios y evidencias encontrados en el lugar del hecho o del hallazgo.
La Criminalística de laboratorio tiene sus inicios en 1910 al fundarse en Francia el primer laboratorio forense por Edmond
Locard. Desde entonces y hasta la fecha, han sido instalados en todo el mundo diferentes tipos de laboratorios con características
y funciones muy especiales, los cuales dependen tanto de los recursos económicos del país como de los delitos que se investiguen.
Existen los muy sofisticados y completos, como los de la Policía Científica y Técnica
Francesa y los de la Oficina Federal de Inteligencia norteamericana (FBI). El FBI, después de consultar a expertos de diversas
áreas científicas por indicación de su primer director J. Edgar Hoover, logró integrar un laboratorio específico de ciencias
forenses que inició sus trabajos en 1932 y es, a la fecha, uno de los más reconocidos en el mundo.
En México puede dividirse la Criminalística de laboratorio según el tipo de delito;
tenemos los laboratorios de los Servicios Periciales dependientes de la Procuraduría General de la República para delitos
del fuero federal y los Servicios Periciales Estatales, así como los del Distrito Federal, para delitos del fuero común.
En cualquier parte del mundo, los laboratorios forenses están organizados dependiendo
del potencial económico del país, así como de sus necesidades, pero siempre considerando que cada evidencia encontrada en
el lugar del hecho requerirá su traslado al laboratorio para su estudio con el propósito de lograr su identificación, clasificación,
comparación y su relación con el hecho.
Por lo que será necesario contar con áreas especificas, personal altamente calificado
y equipo moderno para aportar elementos suficientemente científicos en la investigación.
Lugar de los hechos
Para complementar idóneamente los conceptos que se apuntan, también se debe recordar
la definición exacta del lugar de los hechos; es la siguiente: "El sitio donde se ha cometido un hecho que puede ser delito".
Cabe mencionar que existe también el lugar del hallazgo, el cual corresponde a
un espacio en donde encontramos los indicios que puedan estar relacionados con algún hecho -por ejemplo el hallazgo de un
cadáver-, pero este sitio no va a corresponder al lugar donde sucedió el presunto hecho delictuoso.
Los lugares de hechos se clasifican en tres tipos; de acuerdo con sus condiciones
y características pueden ser: lugares cerrados, lugares abiertos y mixtos.
En los lugares cerrados y mixtos es factible que se encuentren los agentes de producción
a la vista o escondidos en el propio escenario; pero en lugares abiertos es probable que principalmente los agentes mecánicos
estén ausentes, aunque no en todos los casos, en virtud de que en algunas ocasiones el autor del hecho huye con el arma para
ocultarla o para deshacerse de ella una vez que está alejado del escenario, o en su caso para conservarla, todo depende si
se trata de delincuentes habituales, reincidentes u ocasionales.
Indicio y evidencia
El término indicio proviene de latín indictum, que significa signo aparente y probable
de que existe alguna cosa, y a su vez es sinónimo de señal, muestra o indicación. Por lo tanto, es todo material sensible
significativo que se percibe con los sentidos y que tiene relación con un hecho delictuoso;
Al decir material sensible significativo se entiende que está constituido por todos
aquellos elementos que son aprehendidos y percibidos mediante la aplicación de nuestros órganos de los sentidos. A fin de
lograr una adecuada captación del material sensible, nuestros sentidos deben estar debidamente ejercitados para esos menesteres
y, de preferencia, deben ser aplicados conjuntamente al mismo objeto. De este modo se evita toda clase de errores y distorsiones
en la selección del material que será sometido a estudio. Cuando se comprueba que está íntimamente relacionado con el hecho
que se investiga, se convierte ya en evidencia
Por su relación con los hechos se clasifican en:
a. Indicios determinados. Son aquellos que requieren solamente un análisis minucioso
a simple vista o con lentes de aumento y que guarden relación directa con el objeto o persona que los produce. Por su naturaleza
física los podremos clasificar, por ejemplo, en armas, huellas dactilares e instrumentos.
b. Indicios indeterminados. Son aquellos que requieren de un análisis completo
para el conocimiento de su composición y estructura de acuerdo con su naturaleza física, pues de otra forma no estaríamos
en la posibilidad de definirlos. Son, por ejemplo: pelos, fibras, semen, orina, vómito, manchas o huellas de sangre y pastillas
desconocida con o sin envoltura
Principios de la criminalística
1.Principio de uso.
2.Principio de producción.
3.Principio de intercambio.
4.Principio
de correspondencia.
5.Principio de reconstrucción de hechos.
6.Principio de probabilidad.
7.Principio de certeza.
Protección del lugar de los hechos
Como se ha mencionado, para poder determinar lo que ha sucedido y reconstruir lo
sucedido, es imprescindible estudiar el lugar del hecho así como la recolección de todos los indicios, lo cual es materialmente
imposible cuando la escena del crimen no ha sido protegida y conservada adecuadamente, es de aquí la importancia de mantener
la cadena de custodia, como se ha mencionado en el capitulo anterior.
Para poder proteger y preservar correctamente el lugar, es necesario que la primera
corporación policíaca que tenga conocimiento de un presunto hecho delictivo cuide que nadie toque o mueva nada del lugar,
teniendo en cuenta dos posibilidades: que el presunto delito se haya llevado a cabo en un espacio abierto o en un espacio
cerrado o mixto.
Es importante mencionar que la primera autoridad policial que llega al lugar de
un presunto hecho delictivo es la policía preventiva, y que de ellos depende no sólo la protección del lugar, sino también
prestar auxilio a la víctima o víctimas cuando esté dentro de sus posibilidades; además debe mantenerse alerta previniendo
que el autor del crimen regrese o permanezca cerca.
Al proteger y conservar el lugar de los hechos se persigue un fin inmediato y otro
mediato. El primero consiste en intentar que el escenario del delito permanezca tal cual lo dejo el infractor, a fin de que
toda la evidencia física conserve su situación, posición y estado original.
Observación del lugar de los hechos
La observación consiste en el examen completo, metódico y meticuloso del lugar,
con el fin de encontrar todos los indicios y evidencias posibles para determinar su relación con el hecho.
Para poder tener éxito en la observación Criminalística es importante tomar en
cuenta las siguientes consideraciones:
1. Programar las actividades que pueden llevarse a cabo en el lugar.
2. Especificar
cuáles son las situaciones y responsabilidades del personal.
3. El plan de trabajo dependerá de las características generales
del lugar, de si se trata de un espacio abierto, cerrado o mixto.
4. Actuar con calma, seriedad y profesionalismo.
5.
Aceptar que no existe nada tan insignificante que no se considere importante.
6. Establecer métodos de observación.
Mailxmail.com 25 Octubre, 2004