Las países latinoamericanos han experimentado importantes cambios en sus políticas económicas en los últimos quince años, en la búsqueda del crecimiento y del bienestar social. Cada uno de nuestros países, con sus diferencias en el debate político, en el grado de internalización del cambio en los distintos agentes de la sociedad y con distintas velocidades de cambio, marchan inexorablemente a economías más abiertas. La lección más importante ha sido que las libertades económicas desatan la competitividad, la cual a su vez, dispara la creatividad y el espíritu innovador, y todo ello da como resultado mayores beneficios a todos los agentes de la sociedad.
Liberación económica y luego crecimiento ha sido la secuencia exitosa, que se ha aplicado, fundamentado en la experiencia de los países desarrollados. Recientemente Gwartney J., Lawson R. y W. Block (1996) han publicado los resultados del estudio "Libertad Económica del Mundo, 1975-1995" del Fraser Institute el cual reúne, por primera vez, evidencia cuantitativa que demuestra que en los países donde ha reinado un ambiente de mayores libertades económicas se ha logrado mayor crecimiento.
La tendencia mundial, para orientar a los gobiernos en la fijación de políticas así como a las empresas a mejorar su gestión en un régimen de libertades económicas, es hacia la medición del desempeño comparativo, desde el nivel más macro1 de comparación entre países, pasando por los estudios de competitividad a nivel de país que se han hecho en América Latina2 3 4 , hasta los estudios a niveles regionales en Perú5, Colombia6 y Venezuela7, y sectoriales8 para llegar a mediciones más micro de desempeño económico y empresarial.
A nivel de las empresas, los estudios de desempeño comparativo (Benchmarking9 ) han tenido un impacto determinante en el aumento de la productividad, a tal punto que existen asociaciones10 o clubes que comparten información de desempeño empresarial. El proceso continuo de medir y comparar una organización con las organizaciones líderes en cualquier lugar del mundo para obtener información que la ayude a ejecutar acciones para mejorar su desempeño se denomina benchmarking o estudios de desempeño comparativo o de marco de referencia.
Benchmarking ha tenido su origen en Estados Unidos, un país reconocido como precursor de la libre empresa, en respuesta a la significativa competencia externa, particularmente de los países asiáticos (Dertouzos et al, 1989). En general, la literatura latinoamericana sobre desempeño industrial está orientada a la revisión de casos exitosos de reconversión industrial (Doryan, 1992). Actualmente comienzan a aparecer comparaciones más detalladas y con más elementos de la metodología de benchmarking.
Benchmarking ha tenido una importante presencia en América Latina a través de las empresas transnacionales que operan en la región (sectores automotriz y de alimentos, por ejemplo), que cada vez mas, exigen a sus filiales estándares de desempeño igual o mejor que sus casa matrices. Por otro lado es necesario reconocer la aparición cada vez más frecuente de nuevas iniciativas empresariales exitosas en la región, que por sus prácticas gerenciales innovadoras se han convertido en benchmark. Igualmente es de destacar el caso de empresas que venían arrastrando serias dificultades y perdidas económicas, que luego de adoptar cambios y prácticas reconocidas como exitosas se recuperan tan rápidamente y con excelentes resultados económicos que también se convierten en benchmark. El presente estudio pretende cubrir empresas tanto pequeñas como grandes que tengan en común prácticas gerenciales identificadas como exitosas.
Inicialmente, benchmarking fue utilizado por Xerox para contrarrestar a sus competidores japoneses durante la década de los ochenta y, con el transcurrir del tiempo, se ha convertido en una herramienta estándar ampliamente usada por las empresas líderes en el movimiento de la calidad y la productividad, tales como: AT&T, Du Pont, Ford Motor, IBM, Eastman Kodak, Milliken, Motorola, entre otras.
En la práctica, benchmarking busca que la organización mire hacia afuera para aprender de otros y, de esta manera, alcanzar saltos en la ejecución de su desempeño. En otras palabras, aunque la empresa se encuentre en un proceso de mejoramiento continuo, sus ideas y posibilidades de mejora están limitadas de acuerdo con prácticas tradicionales y paradigmas anteriormente establecidos, de tal manera que tomaría muchos años lograr un gran avance en su desempeño. Por el contrario, al mirar hacia afuera, la organización aprende de los demás y acelera su capacidad de innovación y cambios, lo cual hace reducir la brecha que la separa de los mejores y, posteriormente, superarlos.
En general, un proceso de benchmarking se puede describir con cuatro premisas básicas: entender lo qué realmente es importante para el éxito de la organización; entender los propios procesos de la organización; descubrir y aprender de otras organizaciones que hacen esos procesos mejor que la propia organización; y, por último, adaptar ese aprendizaje para mejorar el propio desempeño de la organización.
La productividad es un importante indicador de desempeño empresarial. Latinoamérica presenta una firme desaceleración de la productividad industrial desde los inicios de la década de los setenta. En promedio mostramos una productividad total de 40 a 50 en una escala de 0 a 100, donde el 100 corresponde a Estados Unidos (Elstrodt, Lewis y Lopetegui, 1994).
En la gran mayoría de los países latinoamericanos señalados, un bajo índice de libertades económicas ha impedido la libre competencia, particularmente debido a regulación y proteccionismo. Los líderes empresariales, en su gran mayoría, no han sentido la urgencia del cambio para mejorar el desempeño o los riesgos de perder el negocio. Ha prevalecido una tendencia a apoyarse en el ambiente reinante de bajos salarios y materias primas de relativo bajo costo para aferrarse a procesos intensivos en mano de obra. Por otro lado, la existencia de empresas estatales ineficientes ha exacerbado este fenómeno. Como se ha mencionado previamente, los países latinoamericanos marchan inexorablemente a un régimen de mercado abierto y por tanto se espera que las barreras a mayor productividad comiencen a ceder.
Existen una multiplicidad de indicadores de desempeño de las empresas, que generalmente están asociados a tres variables: costo, tiempo y calidad (Hronec, 1995). Se pueden clasificar en dos tipos de indicadores: los del negocio y los relativos a los procesos11. Ejemplo de los primeros son: la rentabilidad del capital (utilidad sobre activos), porción del mercado, lealtad del cliente medida a través de su satisfacción, productividad medida en ventas por empleado y las exportaciones como porcentaje de las ventas, entre otros. Ejemplo de los indicadores de los procesos son: productividad en cada función (transacciones por persona, que es un indicador asociado a costo), precisión (tasa de retrabajo y tasa de rechazo, que son indicadores de calidad), velocidad de respuesta (ciclo de tiempo), entre los más frecuentes.
En este trabajo se presentan los resultados del análisis del desempeño de una muestra de 237 empresas manufactureras tomadas de las 500 empresas más grandes de América Latina (Revista América Economía 1995/96) y 73 empresas innovadoras tomadas del libro 100 Empresas Innovadoras de Iberoamérica (Waissbluth et al, 1992). Los indicadores utilizados son ventas por empleado y las exportaciones como porcentaje de las ventas. Igualmente se presenta una comparación de indicadores de los procesos entre Brasil, Venezuela y los aceptados como estándares mundiales.
De las consideraciones sobre la medición de la productividad y de analizar el desempeño de las empresas surgen las siguientes conclusiones:
- En general, un aumento significativo de la productividad es el gran reto de los próximos años no solo para las empresas sino para el gobiernos que debe garantizar las condiciones de entorno (libertades económicas) que favorezcan altos índices de productividad laboral.
- Es evidente de los datos obtenidos, tanto de las empresas grande como pequeñas, que existen empresas latinoamericanas que son benchmarks por su excelente desempeño en los indicadores que se tomaron en este estudio. Al mismo tiempo se destacan una serie de prácticas gerenciales exitosas.
- La búsqueda bibliográfica durante este estudio ha revelado poco arraigo del uso del benchmarking en virtud de la inexistencia de estudios de desempeño comparativo, particularmente relacionados a los indicadores de los procesos.
- Se han visualizado algunas prácticas que hacen exitosas a las empresas. En primer lugar, y en un plano bastante macro, la internacionalización. Los casos estudiados indican que las empresas buscan estabilizar su flujo de caja al tener ventas en divisas extranjeras, esto les permite disminuir el riesgo implícito de las posibles inestabilidades macroeconómicas de los países.
- Ya en un plano más estratégico encontramos que las empresas se están focalizando, no sólo en negocios, sino en mercados creando o atacando nuevos segmentos. El proceso de internacionalización es gradual. Sólo cuando se ha alcanzado cierta estabilidad - que puede alcanzarse en pocos meses o en años - dentro de un país las empresas buscan otros países, apoyándose en estudios de mercado. Esto último nos lleva hacia otra práctica exitosa detectada en el estudio, cual es la realización de mercadeo internacional de parte de estas empresas. Esto incluyen investigación de mercados, segmentación, publicidad, mercadeo directo en el caso de productos industriales, etc.
- En cuanto a los procesos, para equiparar a la competencia internacional en los parámetros básicos de desempeño (costo, tiempo y calidad), es necesario hacer uso de todas las prácticas descritas detalladamente en este estudio como: calidad total, rediseño de procesos, reingeniería, benchmarking, justo a tiempo outsourcing, automatización de procesos, entre otros. Es preciso abandonar el viejo paradigma de competir en base a bajos salarios y materias primas de relativo bajo costo y aferrarse a procesos intensivos en mano de obra. Esto ha dado lugar a empresas innecesariamente grandes, con procesos complejos y tareas no requeridas. El nuevo paradigma exige procesos intensivos en conocimientos y en capital, y por tanto los recursos humanos de alta calificación son absolutamente necesarios, al igual que se requieren formas novedosas de financiar el crecimiento de las empresas para avanzar a escalas que aseguren el costo, la calidad y la respuesta a tiempo que exigen los mercados.
- La internacionalización no es solo de los mercados lo es también del capital y por tanto las empresas latinoamericanas deben abandonar los esquemas de estructura de capital cerrado y restringido a la familia de los accionistas mayoritarios y avanzar hacia participar en los mercados abiertos de capital a nivel mundial. Esto asegura que el desempeño de la empresa será seguido de cerca por el mercado. Lo anterior conduce a la práctica de contratar gerencia profesional de la mejor con procesos de selección transparentes.
- La tecnología es el factor más importante que diferencia competidores en el mercado. Es por ello que el desarrollo tecnológico debe practicarse en todas las áreas de las empresas para defender, apoyar y expandir las actividades existentes, desarrollar nuevos negocios y finalmente para profundizar y ampliar las capacidades tecnológicas de la empresa.
- Muchas empresas latinoamericanas, en mayor o menor grado, han incorporado las prácticas descritas, sin embargo, el presente trabajo persigue el propósito de incorporar la práctica sistemática de la medición, comparación y mejora del desempeño como parte de la cultura de la empresa utilizando las metodologías conocidas e introduciendo innovaciones.
- En términos generales existe coincidencia entre los observadores y diseñadores de "políticas industriales", que en una marco de libertades económicas, el papel de los gobiernos es asegurar un clima de sana competencia estableciendo reglas de juego claras que favorezcan el crecimiento. Por otro lado el papel de las empresas es ser la fuerza motriz del crecimiento económico a través de mayores inversiones, mayor productividad, mayores exportaciones, estableciendo liderazgo en tecnología y penetración agresiva de los mercados mundiales. En resumen, las iniciativas tangibles más importantes del crecimiento económico deben ser parte de la estrategia empresarial. Inevitablemente, los Gobiernos juegan un papel importante en educación, salud, seguridad y en aquellas áreas donde existan imperfecciones del mercado que disminuyan notablemente a la calidad de vida de los ciudadanos.
Introducción
Los países latinoamericanos han experimentado importantes cambios en sus políticas económicas en los últimos quince años, en la búsqueda del crecimiento y del bienestar social. Luego de intentar diversas fórmulas de política económica, la solución al crecimiento económico parece estar en la liberalización de las economías. Con el apoyo del Fondo Monetario Internacional y de otras agencias multilaterales, la región ha logrado estabilizar los principales indicadores macroeconómicos, particularmente la inflación. En países como Chile, la estabilidad y el crecimiento son ahora una realidad y en general, analistas y observadores califican la experiencia chilena como exitosa (un benchmark12 ). En otros, como México, el programa de ajustes ha tenido sus momentos de retroceso por razones políticas, pero se han reafirmado las políticas de apertura y de liberación de la economía. Una situación similar presenta Venezuela, donde más recientemente, se ha retomado el rumbo al crecimiento vía la desregulación de la economía y consecuente apertura del mercado. Cada uno de nuestros países, con sus diferencias en el debate político, en el grado de internalización del cambio en los distintos agentes de la sociedad y con distintas velocidades de cambio, marchan inexorablemente a economías más abiertas. La lección más importante ha sido que las libertades económicas desatan la competitividad, la cual a su vez, dispara la creatividad y el espíritu innovador, y todo ello da como resultado mayores beneficios a todos los agentes de la sociedad.
Liberación económica y luego crecimiento ha sido la secuencia exitosa, que se ha aplicado, fundamentado en la experiencia de los países desarrollados. Recientemente Gwartney J., Lawson R. y W. Block (1996) han publicado los resultados del estudio "Libertad Económica del Mundo, 1975-1995" del Fraser Institute el cual reúne, por primera vez, evidencia cuantitativa que demuestra que en los países donde ha reinado un ambiente de mayores libertades económicas se ha logrado mayor crecimiento.
Dentro de las conclusiones más importantes del estudio se señala que "ninguno de los países con calificación persistentemente alta de libertad económica durante las dos décadas consideradas ha fallado en lograr altos niveles de ingreso" en contraste, también señala que "ninguno de los países con calificación persistentemente baja ha logrado obtener ingresos ni siquiera medianamente importantes". Igualmente se destacan los factores más importantes que contribuyen a un buen desempeño económico: mayor estabilidad en los niveles de precios, mayores libertades en mantener depósitos bancarios en moneda extranjera, mejoras en las políticas crediticias del mercado, tasas impositivas marginales topes más bajas, reducción en los aranceles aduanales, liberación de la tasa de cambio y flexibilización de las restricciones en el movimiento de capitales. En términos generales, podría afirmarse que estas son las mejores prácticas en materia de políticas gubernamentales que conducen al éxito. La medición del grado de libertades económicas, con la agregación de indicadores de las distintas áreas tomadas en cuenta y la determinación de las brechas existentes entre los mejores (mayor crecimiento) y los países de menor crecimiento, más la identificación de las mejores prácticas constituye una aplicación de benchmarking. No es extraño encontrar hoy en día que técnicas desarrolladas en el ámbito de producción y operaciones de plantas son de uso común en el ámbito socio-político.
Sin embargo, en una economía de mercado con las libertades ya descritas, ¿cuál debería ser el papel de cada uno de los agentes que intervienen para lograr el crecimiento económico deseado? En los países latinoamericanos, el crecimiento más importante de los sectores manufacturero y de servicios ha sido tradicionalmente responsabilidad del Estado, bien sea como empresario o como consumidor de bienes y servicios, en el sector primario de la economía. El sector privado empresarial ha tenido un papel secundario en promover la iniciativa empresarial y el crecimiento económico. La política tradicional de sustitución de importaciones ha logrado consolidar una infraestructura industrial importante, sin embargo la ineficacia de ese modelo ha sido demostrada (Doryan, 1992) ya que se sustenta en ventajas comparativas estáticas. Los procesos de adaptación de las empresas latinoamericanas a las nuevas reglas de juego se ha denominado reconversión industrial. Las políticas industriales o de reconversión industrial de los gobiernos latinoamericanos están orientadas a facilitar la transición gradual de mercados cautivos a mercados totalmente abiertos y globalizados.
Tomando en cuenta las conclusiones del estudio citado y las realidades de América Latina, las interrogantes más importantes que surgen son: ¿Cuál debe ser el papel del Gobierno? ¿Cuál debe ser el papel del empresariado? ¿Cuál debe ser la política general para la industria manufacturera? ¿Qué parámetros deben guiar esa política, dado que en ambientes competitivos el cambio y la innovación en negocios es la regla?. Tanto empresarios como los partidos políticos, y en general los consumidores, han solicitado tiempo para ajustarse a las nuevas reglas de competencia abierta ¿Cómo ha sido o cómo puede ser esa transición?.
En términos generales existe coincidencia entre los observadores y diseñadores de "políticas industriales", que en una marco de libertades económicas, el papel de los gobiernos es asegurar un clima de sana competencia estableciendo reglas de juego claras que favorezcan el crecimiento. Por otro lado el papel de las empresas es ser la fuerza motriz del crecimiento económico a través de mayores inversiones, mayor productividad, mayores exportaciones, estableciendo liderazgo en tecnología y penetración agresiva de los mercados mundiales. En resumen, las iniciativas tangibles más importantes del crecimiento económico deben ser parte de la estrategia empresarial. Inevitablemente, los gobiernos juegan un papel importante en educación, salud, seguridad y en aquellas áreas donde existan imperfecciones del mercado que disminuyan notablemente la calidad de vida de los ciudadanos.
La tendencia mundial, para orientar a los gobiernos en la fijación de políticas así como a las empresas a mejorar su gestión en un régimen de libertades económicas, es hacia la medición del desempeño comparativo, desde el nivel más macro13 de comparación entre países, pasando por los estudios de competitividad a nivel de país que se han hecho en América Latina14 15 16, hasta los estudios a niveles regionales en Perú17, Colombia18 y Venezuela19, y sectoriales20 para llegar a mediciones más micro de desempeño económico y empresarial.
A nivel de las empresas, los estudios de desempeño comparativo (Benchmarking21 ) han tenido un impacto determinante en el aumento de la productividad, a tal punto que existen asociaciones22 o clubes que comparten información de desempeño empresarial.
El presente estudio tiene como fin evaluar el desempeño empresarial en sectores específicos industriales en varios países de la región latinoamericana, particularmente de la industria manufacturera, con el propósito de identificar las mejores prácticas desarrolladas por las empresas más exitosas y obtener las lecciones o modelos que puedan ser susceptibles de adopción por otras empresas en la región. Finalmente se pretende generar una serie de recomendaciones a los gobiernos y a los empresarios de la región para adoptar acciones de políticas industriales que faciliten la incorporación de prácticas gerenciales exitosas en las empresas de sus respectivos países.
Este trabajo comienza por revisar una metodología de evaluación de desempeño comparativo desarrollada por el American Productivity and Quality Center de Houston, USA. Esto tiene la finalidad de conocer las ventajas y desventajas de los estudios de desempeño comparativo tal como se han aplicado en países como Estados Unidos23. Luego se considera el desempeño empresarial en América Latina, revisando algunos indicadores de desempeño de datos agregados de empresas latinoamericanas. Se incluye un resumen de la mejores prácticas a nivel mundial y en América Latina. Finalmente se presentan las recomendaciones a los gobiernos y a las empresas de la región para adoptar políticas industriales o empresariales que permitan o favorezcan la implantación de las mejores prácticas gerenciales.
1 Informe de Competitividad Mundial, 1995
2 Creating the Competitive Advantage of Colombia: Patterns of Competitiveness and Sector Analyses, Monitor Company, December 1993
3 Venezuela el Reto de la Competitividad, M. Enright, E. Scott, A. Frances IESA, 1994
4 Estudo da Competitividade da Industria Brasileira, L. Coutinho y J.C. Ferraz, UNICAMP 1994
5 Construyendo las Ventajas Competitivas del Perú, Región de Arequipa, Monitor Company, Cambridge Mass. 1995.
6 Construyendo la Ventaja Competitiva de Cali, Monitor Company, Cambridge, Mass. 1994.
7 Estudio de la Competitividad de la Región Zuliana, Venezuela, IESA, Caracas, 1996.
8 El estudio la Competitividad de los Sectores Conexos Nacionales de la Industria Petrolera Venezolana, IESA-PDVSA, Caracas (1996)
9 Benchmarking: es la práctica de ser lo sufientemente humilde para admitir que otra organizaciones son mejores en algunas áreas y ser lo suficientemente inteligente para aprender, equipararlos y superarlos. American Productivity and Quality Center, 1994
10 International Benchmarking Clearing House del American Productivity and Quality Center, Houston, Texas
11 The Benchmarking Management Guide, American Productivity and Quality Center, Productivity Press, 1993.
12 Benchmark: término utilizado en topografía para indicar una elevación o cota de referencia. En los medios empresariales un "benchmark" es una empresa o práctica gerencial que se distingue como la mejor en su clase ó es un estándar de excelencia.
13 Informe de Competitividad Mundial, 1995
14 Creating the Competitive Advantage of Colombia: Patterns of Competitiveness and Sector Analyses, Monitor Company, December 1993
15 Venezuela el Reto de la Competitividad, M. Enright, E. Scott, A. Frances IESA, 1994
16 Estudo da Competitividade da Industria Brasileira, L. Coutinho y J.C. Ferraz, UNICAMP 1994
17 Construyendo las Ventajas Competitivas del Perú, Región de Arequipa, Monitor Company, Cambridge Mass. 1995.
18 Construyendo la Ventaja Competitiva de Cali, Monitor Company, Cambridge, Mass. 1994.
19 Estudio de la Competitividad de la Región Zuliana, Venezuela, IESA, Caracas, 1996.
20 El estudio la Competitividad de los Sectores Conexos Nacionales de la Industria Petrolera Venezolana, IESA-PDVSA, Caracas (1996)
21 Benchmarking: es la práctica de ser lo sufientemente humilde para admitir que otra organizaciones son mejores en algunas áreas y ser lo suficientemente inteligente para aprender, equipararlos y superarlos. American Productivity and Quality Center, 1994
22 International Benchmarking Clearing House del American Productivity and Quality Center, Houston, Texas
23 Estados Unidos recuperó el primer lugar en la clasificación del Informe Mundial de la Competitividad en 1994 y repite en 1995, luego de que Japón lo ocupara por nueve años consecutivos. Este resultado es consecuencia de un importante esfuerzo de los sectores empresariales norteamericanos en la búsqueda de mejor desempeño.
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