Antes que nada, mi interés por la psicología forense comenzó hace relativamente poco. Hace ya un año que descubrí que
mi pasión se hallaba en revelar lo invisible sistemáticamente más que en "vivir" de conversar con la gente. No me refiero
a "conversar" de modo despectivo, es solo mi manera de referirme a la psicología clínica en la que solía visualizarme. Y aunque
todos y todas me cayeron encima con que me gustaba lo más difícil, insistí e insistí al punto de convencer incluso a una gran
amiga y compañera de estudio a que renunciara a la Industrial y me acompañara en mi futuro trajín de vida.
Y nada, aquí estamos ya desfilando por la entrada principal de lo que será el trabajo del resto de nuestras vidas.
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